Reflexión del plan de clase de 3° A
Por: Ana Zuleyma Morales Zetina
Muchas veces tenemos en mente la idea de realizar algo y pensamos en cómo debemos hacer ese algo, en qué necesitamos y en cuáles queremos que sean los resultados, a eso se le llama planear, ver qué necesitamos, qué queremos hacer, cómo lo queremos, e inclusive cuándo y dónde; cosas que como maestros realizamos a diario, y que aunque ponemos esfuerzo para obtener los resultados esperados, no sabemos qué puede pasar al final.
Fue así que planee una estrategia de aprendizaje para la asignatura de Geografía, sin embargo, fue empleada con la asignatura de Ciencias Naturales. Tengo a cargo un grupo de 3° de Primaria, y no cuento con la asignatura de Geografía propiamente, pero el contenido que desarrollé con dicha planeación, se relaciona con la geografía y con los temas controversiales y de suma importancia del mundo actual, el cuidado de la naturaleza.
Al principio, debí elegir entre las diversas estrategias presentes para esta asignatura, ya fueran trabajos por proyectos, estudio de casos, estrategia de simulación o resolución de problemas. Como buena maestra, tuve que pensar en mi grupo, en sus características y a qué cosas responden, y a qué no; para así tomar la decisión de realizar una estrategia de simulación, sobre el tema de la basura orgánica e inorgánica.

El grupo que atiendo, suele preferir juegos mentales y el uso de la tecnología, supongo, como la mayoría de los niños de su edad en pleno siglo XXI.
La estrategia de simulación respondió a las características y gustos de mi grupo, utilicé un programa llamado “Jclic”, el cual sirve para realizar diversos tipos de actividades educativas: rompecabezas, asociaciones, ejercicios de texto, palabras cruzadas; las cuales son presentadas por medio de las computadoras o una página web.
Buscar que mi planeación respondiera a las necesidades de mi grupo no me aseguró el éxito de la misma, prepararme para ella tampoco. En ocasiones, hay cosas de las que no nos percatamos hasta que están ocurriendo y es cuando sabemos que algo falló, pero de las cuales aprendemos y tomamos mayor experiencia.
Realicé una serie de actividades sobre la basura orgánica e inorgánica, sopas de letras, relacionar imágenes, completar textos, armar rompecabezas, etc., estaba segura de que le encantaría a mi grupo, y en definitiva así fue, pero hubo algo que faltó y que hubiera hecho de esta estrategia una buena forma de que los niños tuvieran un aprendizaje totalmente significativo.

Las dificultades aparecieron al momento de su aplicación, los recursos tecnológicos con los que cuentan las escuelas son nulos o mínimos, y desde ahí, las cosas se tornan complicadas. Para la aplicación de la estrategia de simulación diseñada, hubiera sido perfecto contar con un centro de cómputo en el que cada alumno tuviera una computadora para trabajar, o al menos una computadora por cada dos o tres niños, pero no, tuve que adaptarme a un proyector y a una computadora, los pocos recursos con los que cuenta la institución.
Ofrecí mi clase con planeación a la mano, evaluación lista para conocer si los alumnos habían concretado el aprendizaje esperado mediante unas preguntas y unos esquemas, con una proyección de la estrategia al pizarrón y con unos abate lenguas que fungen como control de participaciones y con el entusiasmo de que fuera una clase productiva.
El entusiasmo no solamente lo tuve yo, lo tuvieron los alumnos también, se motivaron, se concentraron en resolver cada una de las actividades y estaban dispuestos a aprender mediante esa actividad, pero me dirán ¿qué pasó? ¿qué salió mal?, pues resulta, que salió mal que el sistema educativo se ha equivocado al igual que yo, él por no propiciar el desarrollo de las Habilidades Digitales para Todos (HDT) que menciona en su Plan de Estudios debido al escaso equipamiento tecnológico de las escuelas de educación básica, y yo, al no darles material para que también resolvieran las actividades de manera individual.

Al momento de dirigir las participaciones, estaban dispuestos a encontrar una respuesta, pero al tocar la computadora, no sabían cómo dar clic, cómo seleccionar algo, por lo que tuve que guiarlos y apoyarlos, lo cual los desanimó un poco, pero, la dificultad llegó cuando se empezaron a parar, y a acercar más y más a la proyección, querían estar cerca, querían pasar todos a la vez, y el equipo era sólo uno y no se podía, los dejé que se sentaran muy cerca del pizarrón para que estuvieran cerca, pero algunos, al tardar en pasar se desesperaron y tomaron una actitud un poco apática.
Debí darles material para que mientras algunos pasan a la computadora a responder las actividades, ellos las contestaran individualmente y así, no sentirse ajenos o molestos por tener que esperar para pasar, pero el hubiera no existe y pese a que debí prever esta parte y adaptar las actividades al trabajo impreso, obtuve buenos resultados. Realice la evaluación de la clase y del aprendizaje esperando mediante un pequeño cuestionario y una rúbrica para los cuestionarios; las evaluaciones arrojaron que la mayoría logró apropiarse de gran parte del contenido, no desarrollaron en su totalidad el aprendizaje esperado, porque debemos recordar que un aprendizaje no se adquiere en una sola clase, pero sí aprendieron cosas que no sabían al respecto.
Estrategía de Simulación con JClic.



